José Manuel Mora Pla Hace poco - con el Gobierno central del PP - blandía contra él su espada reivindicativa, cual Capitán Trueno al frente de las huestes socialistas en la oposición, por el lacerante agravio que padecemos y "soportamos en silencio" todos los valencianos, a causa de la duradera y lastrante INFRAFINANCIACIÓN a la que estamos sometidos, por obra y gracia del BIPARTARTIDISMO.
Ahora, galopando en el machito del Govern del Botànic, recibe en nuestra ciudad la visita de la todo poderosa Vicepresidenta económica del Gobierno de la nación, Nadia Calviño que, al ser preguntada por este problemón que tanto nos afecta y endeuda, en sus mismos morros, le contesta dándole al problemático balón una "patá i avant" - tan solo afeada por los representantes empresariales - y usted no es capaz, en casa, de parar ese balonazo, bajarlo, controlarlo, contraatacar y meterle un golazo, poniéndole así las peras al cuarto. Pero claro, como es de su cuerda política, profesan la misma doctrina y, además, llega aquí cual globo-sonda, enviada a estos lares por el gran jefe de ambos, el pimpollo monclovita, pues eso...
Me dicen las malas lenguas que, como desahogo, van a estudiar y programar, "in illo tempore", una gran manifa de todos y todas y hacer algunas declaraciones sin alzar demasiado la voz y sin meter el dedo en la llaga, por si acaso "nos hacen un Ábalos", y aquí paz y allá gloria.
Pues bien, President, siga usted practicando el tancredismo rajoniano y verá lo que le acaba pasando. Vivir para ver.
Éste es un problema transversal en su sufrimiento, y lleva demasiado tiempo amargándonos la existencia a los valencianos y llegará un momento en que saldrá a escena la criada respondona y, en forma de votos, dictará sentencia.
Piense, Sr. Puig, que este problema tan acuciante, unido a otros que no lo son menos, como los exasperantes retrasos en la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo, el retraso, o más bien, los palos en la rueda que le ponen sus socios botánicos de Compromís y Podemos a la vital ampliación del Puerto de Valencia, el ninguneo y oprobio que se le hace por parte de todas las Administraciones, a los agricultores valencianos, así como a otros muchos sectores esenciales de nuestra economía como son el turismo, ocio y gastronomía, y demás lindezas sectarias, tanto botánicas como procedentes del Rialto, que tan solo enumerarlas sería tan largo como un día sin pan, unidos a los inherentes de la pandemia del covid-19 - de la que aún no hemos salido "más fuertes"-, el maná europeo que nos caerá del cielo de los fondos europeos, no paliará todos estos problemas. Es más, puede que sean agravados a causa del trilero ventajista, que tiene en sus manos repartirlos, y usted, alelado con cara de emoticono, puede quedarse a la luna de Valencia, como se descuide.
Ah, para otro día, dejo otro agravio comparativo del que hablaré largo y tendido en otra ocasión, como es el de nuestro derecho y voluntad a legislar, desarrollar y aplicar el DERECHO CIVIL VALENCIANO, por motivos históricos y forales (País vasco, Navarra, Aragón y Cataluña que ya lo hacen) con el respaldo de más de 500 ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, y por la Asociación de Juristas Valencianos (AJV), que tan solo se aplicó a 250.000 valencianos, casados entre el 1 de julio de 2008 y el 31 de mayo de 2016, con separación de bienes, a 15.000 parejas que tienen la custodia compartida después de haberse separado o divorciado y a más de 15.000 valencianos que conviven como unión de hecho.
A qué espera, Sr. Puig para implementar esto, toda vez que ya se aplicó, dejó de aplicarse y, hoy por hoy, tan solo está pendiente de añadir un segundo párrafo de unas 49 palabras, a la disposición adicional segunda de la Constitución, lo cual tan solo constituiría una reforma menor de la actual Constitución, por lo que no necesitaría de un referéndum.
Tanto PP como PSOE están "a por uvas" en el Congreso de los Diputados, que desde el 28 de febrero de 2020 contempla esta reforma presentada por Les Corts Valencianes, con un consenso suficiente y transversal del que no participaron tanto Vox como Ciudadanos.
Señor Puig, agarre estos toros
problemáticos por los cuernos, sea valiente y no se esconda en el burladero del tancredismo.
Muévase, que el momento de la Comunidad Valenciana va pidiendo paso con mucha firmeza y está a la vuelta de la esquina.
Acabará robándole la merienda.... tic-tac, tic-tac.
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