Vista del puerto
Vista del puerto
José Manuel Mora - Primera premisa: La Ricarda, no es La Albufera.
- Segunda premisa: El Aeropuerto de El Prat, no es el Puerto de Valencia.
- Conclusión: Cataluña, no es la Comunidad Valenciana.
No obstante, esta conclusión se merece algo que sea más largo y tendido que un simple párrafo, no sea cosa que la tilden de sofisma las mala lenguas y tendenciosas mentes moradas y nacionalistas, que anidan, cuál parásitos, en el Botànic y en el Rialto.
Y ni me paso, ni exagero demasiado, en los adjetivos calificativos utilizados pues, esta gente, tiene como norte político abyectos objetivos y proyectos, en contra de todos los valencianos y me explico a continuación.
En Cataluña, se ha montado la de dios es cristo, a cuenta de la ampliación del Aeropuerto de El Prat, a costa de menguar el paraje de La Ricarda, protegido como zona de especial protección para las aves (ZEPA), debate que, por otra parte, ya venía de lejos.
A dicha ampliación se le habrían destinado 1.700.000.000 euros por arte de birlibirloque del prestidigitador que preside el Gobierno de la Nación, que habría sacado de la chistera común, dicho "conejo-cheque", precisamente en vísperas de la famosa Mesa - esta vez sin relator -, para luego hacerlo desaparecer. No sé a ciencia cierta si es magia o brujería; más bien estrategia trilero-política.
Lo cierto es que ha encabronado a todos. Al mundo indepe - muy dividido ahora - a asociaciones y oenegés ecologistas, a los empresarios, autónomos, parados, etc.
Para más inri, han aparecido en escena dos hadas madrina de la política, tanto nacional - Yolanda Díaz, ministra de trabajo - como local - Ada Colau, alcaldesa de Barcelona - expertas ambas en populismo medioambiental, que ni predican con el ejemplo, ni tienen la preparación necesaria para ejercer dichos cargos; una por utilizar el Falcon a troche y moche, con lo mucho que contamina y por publicar, y rectificar a posteriori, en su currículum Másteres falsos, y la otra, sin titulación adecuada y procedente del activismo antisistema. Dos diamantes en bruto de la Realpolitik, ja, ja, ja.
Pues bien, desarrollando las premisas del silogismo y su conclusión, y dándoles traslado a la Comunidad Valenciana, diré que aquí, tanto Compromís ( primos hermanos de ERC, bueno más bien hermanos que primos ) como Podemos ( el partido de la ínclita Colau ) están en contra de la ampliación del Puerto de Valencia.
Los socialistas no se oponen a ella, al contrario; no sé si será porque quien preside la Autoridad Portuaria de Valencia, Aurelio Martínez, fue en su día candidato socialista a la Generalitat y claro, a los conmilitones hay que apoyarlos por eso del posterior reparto de favores y tal. Lo cierto es que éso es así y hace que se desparrame a chorros la esquizofrenia en el Botànic.
Dicen en Compromís, y también la nueva Síndica podemita, señora Lima, entre otras cosas, que dicha ampliación - que, por cierto, cumple con todos los requisitos legales, incluido el estudio de impacto ambiental de hace unos años - producirá un "efecto sombra" sobre las playas del sur en cuanto al aporte de sedimentos y, por éso, dichas playas estarán aún más en regresión de lo que ya lo están, lo cual, junto con la subida del nivel del mar como consecuencia del calentamiento global, en el marco del cambio climático, puede hacer desaparecer a La Albufera.
Tan solo tienen parte de razón, pues hay otros muchos factores negativos interactuando a la vez, y que no citan, dañando mucho a nuestra Albufera y que se podrían paliar desde sus respectivos gobiernos - local y autonómico -, cosa que hacen poco y mal, y que ahora no voy a entrar en ello. Hay mociones para "salvar La Albufera e implementar en ella la Educación Ambiental" aprobadas por UNANIMIDAD, tanto en Les Corts como en el Ajuntament. Consúltenlo!!.
Señoras y señores que se oponen a la ampliación del Puerto:
Cuando el Turia se desvió en su desembocadura, tras la riada del 57 y se construyó un nuevo cauce, así como cuando se construyeron los embalses de Loriguilla y Benageber (en aras del progreso, la seguridad y el bienestar de los valencianos) se produjo una mengua casi total de aportes sedimentarios, por razones obvias, sobre todo comparándolo con los de hace 10.000 años o más, cuando debido a la gran cantidad de aporte sedimentarios del Turia, sin enbalses que los retuvieran, al Mediterráneo, dejaron casi cerrado el Golfo de Valencia (30 kilómetros hasta Cullera) al emerger la restinga que, con el paso de los siglos, acabó cerrándose totalmente (hace 400 años) y desde entonces tenemos lo que hoy es el Parque Natural de La Albufera, con la Devesa, la marjal y el propio lago, en esas 31.000 hectáreas que antaño constituían el Gran Golfo de Valencia.
Por cierto, la Autoridad Portuaria se ha comprometido ya, destinando fondos para ello, a regenerar dichas playas, así como Demarcación de Costas (organismo estatal) que hace poco ha aprobado una gran inversión para dicha regeneración, como compensación a este problema. Así pues, menos lobos, Caperucita.
No practiquen la demagogia ecologista, exagerando o minimizando ciertas cosas, o callándolas y tergiversándolas de modo burdo y soez, pues se les ve el plumero.
La ampliación del Puerto es vital y necesaria para Valencia (competidor del de Barcelona), ya que conjuga perfectamente los intereses económicos y medioambientales. ¿Acaso nos quieren retrotraer al Paleolítico, a la Edad de Piedra, al neardenthal...?
Hay que asumir en esta vida, tanto los beneficios como los inconvenientes del desarrollo económico y social. Dejen que a Valencia le llegue su momento y que despegue. No hagan esto para impedirlo; no les saldrá bien.
¡El pueblo valenciano y la razón, no les dejarán, y no se lo perdonarían nunca!
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