Tamara Atienzar, periodista castellonense en Bruselas | EPDATamara, periodista de Castellón, siempre había tenido la inquietud de vivir una experiencia internacional, y aunque en su momento no pudo participar en el programa Erasmus, la beca Eurodisea le permitió mudarse a Bruselas en 2020. Allí, comenzó a trabajar en el departamento de comunicación de una universidad de arte.
Al llegar, notó una ciudad multicultural, caracterizada por la tolerancia y el respeto; una primera impresión que aún recuerda con cariño. Con menos afecto recuerda lo poco rigurosos que eran los belgas frente a la pandemia, un exceso de relajación que también notó en lo cotidiano. Tamara comenta que, aunque desde España a menudo se idealiza a otros países de Europa como más eficientes y resolutivos, de Bruselas le sorprendió lo contrario. Pone como ejemplo la lenta burocracia, el mejorable transporte público, o la larga duración de las obras urbanas.
Además, el repunte de la pandemia en otoño de 2020 obligó al cierre temporal de la universidad en la que trabajaba, lo que redujo su margen de acción en su puesto de comunicación. Pero lejos de resignarse, Tamara salió en busca de nuevas oportunidades: fue entonces cuando se topó con Radio Alma, emisora local en español que acabaría
siendo su lugar de trabajo hasta el día de hoy.
El Espai Valencià a Bèlgica, la asociación de valencianos en Bélgica, ayudó a que Tamara hiciera de Bruselas su nuevo hogar. La asociación organiza eventos como festivales, catas de cerveza, exposiciones, presentaciones, tours en valenciano por la ciudad, o paellas populares para la comunidad.
Lo que más valora Tamara es el carácter voluntario de sus miembros, así como la satisfacción personal por haber puesto su granito de arena en la difusión de la lengua y la cultura de su tierra. Fuera de la asociación, Tamara consigue transportarse a Castellón a través del paladar, con sabores que le devuelven a su tierra: paella, turrón, arroz al horno, cazalla… También destaca la vez que celebró la fiesta de la Magdalena, típica de Castellón, reuniendo en casa a amigos de distintas partes del mundo para que pudieran vivirla.
Sin embargo, el carácter improvisado de las relaciones sociales en Castellón es algo que Bruselas no se puede permitir. Este tipo de “vida en la calle”, como la describe la periodista, es menos viable en Bruselas por el clima y el estilo de vida. Pero, aunque al principio echaba de menos su vida social en Castellón, hoy su círculo social ha crecido tanto que el tiempo se le queda corto.
Por otro lado, aunque Tamara reconoce que los contextos de cada ciudad son muy distintos, le gustaría encontrar en Castellón esa vida cultural colectiva que tan presente está en Bruselas. Allí es rutina encontrar distintos eventos organizados no solo por instituciones públicas, sino también por colectivos ciudadanos, asociaciones culturales o comunidades migrantes. Para la periodista, una mayor apuesta por la vida asociativa podría aportar dinamismo a Castellón.
Ya asentada, Tamara tiene sus propias recomendaciones para los valencianos que quieran descubrir Bruselas desde dentro. En primer lugar, recomienda consultar el Instagram del Espai Valencià a Bélgica. Allí se anuncian actividades como el Festival Estellés, que se celebra en octubre y en el que han actuado conocidas bandas valencianas. Además, la periodista aconseja huir de lo turístico y visitar barrios con una vida más local, como por ejemplo Saint-Gilles, donde se encuentra Dynamo, su bar de cervezas favorito.
Por último, Tamara quiere lanzar un mensaje claro para quienes alguna vez se han planteado salir de su tierra: “que se arriesguen, que lo hagan” ya que “para volver siempre se está a tiempo”. La castellonense describe esta etapa de su vida en Bruselas como un verdadero proceso de autoconocimiento y crecimiento, tanto personal como profesional. Así lo cuenta ella: “Si le dicen a la Tamara de hace cinco años que estaría en Bruselas trabajando en una radio y organizando festivales, no se lo creería”.
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