Toni Gaspar. EPDA Toni Gaspar es el representante socialista de mayor peso de la comarca del Camp de Morvedre, con permiso del alcalde de Sagunt, Darío Moreno, que pisa fuerte el acelerador para dar el salto a Valencia. Gaspar, en este segundo artículo de la serie de los ‘Líderes de Aquí’, es el ejemplo del corredor de fondo en política, paciente, formado,con talento y talante, que sabe encajar la derrota, una virtud al transformar el fracaso puntual en un éxito de futuro.
Toni Gaspar es alcalde de Faura desde 2003, tras sustituir al histórico Enric Ferrer. Desde entonces ha encadenado mayorías absolutas incontestables. Un referente en el socialismo del Camp de Morvedre, al margen de otros históricos pesos pesados como los de la familia de José Luis Ábalos, Joan Lerma/Ximo Puig o Ciprìa Císcar. El joven líder de Faura se abría paso, poco a poco, en el universo socialista valenciano, dando la batalla nada más y nada menos que a los dos pesos más pesados del socialismo valenciano y español, orgánicamente hablando. Así, se enfrentó en 2012 al actual secretario de Organización del PSOE, mano derecha del presidente de Gobierno y ministro, José Luis Ábalos, a la secretaría provincial de Valencia y en 2014 hizo lo propio frente a Ximo Puig en las primarias en las que el PSPV-PSOE elegía a su secretario general. Dos derrotas que no desanimaron a este corredor de fondo con convicciones, que quería un partido socialista alejado del sectarismo, centrado, abierto y plural.
Gaspar forma parte de una nueva generación de alcaldes, que aportan nuevos aires al socialismo valenciano, en contacto directo con los problemas de los ciudadanos, junto a otros referentes como el alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, el de Paterna, Juan Antonio Sagredo, o el de Canet, Pere Antoni, que piden paso en el liderazgo del PSPV-PSOE del Siglo XXI.
Con un Ayuntamiento, el de Faura, en buenas manos, con Consol Durán sumando responsabilidades en la gestión, Gaspar accedió a la presidencia de la Diputación de Valencia tras la caída en desgracia del hoy alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez. La operación anticorrupción Alquería precipitaba la salida de Rodríguez de la institución provincial, de la que fue presidente del 2015 al 2018.
Gaspar, desde su cargo de diputado de Hacienda, era elegido para ser presidente de la Diputación de Valencia, puesto que sigue ostentando. Las batallas entre el sector de Ábalos y Puig auparon a Gaspar, como representante de una tercera vía que podía servir de puente entre las dos facciones mayoritarias del socialismo valenciano, en una ‘pax romana’ que dura desde que el PSPV alcanzaba el poder en la Generalitat Valenciana, numerosos ayuntamientos y la propia Diputación, tras dos décadas de guerras internas desde que Joan Lerma perdió las elecciones autonómicas en mayo de 1995.
Toni Gaspar ha sobrevivido políticamente porque ha demostrado que sabe lidiar entre las aguas revueltas orgánicas de su partido, una marejadilla latente que en cualquier momento puede convertirse en torbellino, y porque tiene capacidad, ideas y ha sabido rodearse de un buen equipo. Alejado del sectarismo, es una persona de consensos y alejado de los errores que han cometido otros predecesores en el cargo de la Diputación de Valencia, que han acabado por hundirlos políticamente y llevarlos al banquillo de los acusados.
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