Manuel Martínez. / EPDA Cuando llegan estas fechas es inevitable hacer un balance del año, echar la vista atrás y valorar lo sucedido durante este periodo de tiempo. Se suele hacer más o menos hincapié en los aspectos positivos minimizando o dejando un poco de lado los negativos, se suele ver el vaso medio lleno y se suele cargar de buenos deseos al siguiente periodo partiendo de los impulsos que nos dicta el corazón haciendo pasar a un segundo plano la razón.
Este año se antoja complicado cumplir con la tradición aunque también es verdad que dentro de la oscuridad también ha habido luz. Hemos visto a un ser invisible dirigir nuestro camino, cómo muchos seres queridos se han marchado antes de hora, incluso hemos llegado a perder temporalmente la libertad; pero también hemos visto muchas personas ayudar a otras, muchos profesionales trabajando hasta la extenuación para salvar vidas y cómo esta labor ha sido agradecida como nunca por la población.
Han pasado muchas cosas malas pero también han pasado cosas buenas y todas ellas son importantes, debemos tenerlas presentes para crear un futuro mejor. En muchas ocasiones solemos decir eso de "borrón y cuenta nueva", quizás este momento sea el de la cuenta nueva pero no el del borrón, la vida no son sólo buenos momentos, también hay malos que nos deben servir para apreciar mejor los demás.
Por último, cumpliendo con la tradición de los buenos deseos, espero que el año que viene nos traiga más salud, más justicia, más igualdad, más empatía, menos crispación... y de una forma muy especial, que todo lo bueno nuevo de este año se quede para siempre con nosotros sin que tengamos que vernos otra vez en una situación tan dolorosa como la que estamos viviendo. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.
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