Un guardia civil hace un control por el confinamiento.
Una voluntaria de Alaquàs protegida por una mascarilla. EPDA Un grupo de científicos consideran que tendrán que mantenerse las medidas de precaución y distancia social por el coronavirus al menos hasta el 2022, salvo que antes se haya encontrado alguna vacuna o algún otro avance científico. Así lo recogen en un artículo publicado en el portal Sciencemag.org, donde incluso se habla de que hay peligro de resurgimiento del brote, aunque con menor virulancia, hasta el año 2024. Así se desprende del artículo publicado bajo el título ''Projecting the transmission dynamics of SARS-CoV-2 through the postpandemic period'', esto es, ''Proyectando la dinámica de transmisión del SARS-CoV-2 durante el período pospandémico''. En el mismo se recoge un extenso estudio científico donde hacen una proyección de la duración y consecuencias del coronavirus en diferentes escenarios del virus, con mayor o menor virulencia, que dependerán tanto de causas metereológicas como de las medidas adoptadas en cada país para combatir el virus.
En el artículo señalan en la introducción destacada que ''es urgente entender el futuro de la transmisión del síndrome respiratorio agudo severo - coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Utilizamos estimaciones de estacionalidad, inmunidad e inmunidad cruzada para los betacoronavirus OC43 y HKU1 a partir de datos de series temporales de los EE. UU. Para informar un modelo de transmisión de SARS-CoV-2, proyectamos que los brotes recurrentes de SARS-CoV-2 durante el invierno probablemente ocurrirán después de la onda pandémica inicial más grave. En ausencia de otras intervenciones, una métrica clave para el éxito del distanciamiento social es si se exceden las capacidades de atención crítica. Para evitar esto, el distanciamiento social prolongado o intermitente puede ser necesario en 2022. Las intervenciones adicionales, incluida la capacidad de atención crítica ampliada y una terapéutica efectiva, mejorarían el éxito del distanciamiento intermitente y acelerarían la adquisición de la inmunidad colectiva. Se necesitan con urgencia estudios serológicos longitudinales para determinar el alcance y la duración de la inmunidad al SARS-CoV-2. Incluso en el caso de una eliminación aparente, la vigilancia del SARS-CoV-2 debe mantenerse ya que un resurgimiento del contagio podría ser posible hasta 2024''.
Los autores que firman el artículo son Stephen M. Kissler y Yonathan H. Grad del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública Harvard T. H. Chan de Boston; Christine Tedijanto, Edward Golstein y Marc Lipstich del Departameto de Inmunología y Enfermedades Infecciosas.
Los mismos prosiguen indicando que ''la intensidad requerida, la duración y la urgencia de estas respuestas dependerán tanto de cómo se desarrolle la onda pandémica inicial como de la dinámica de transmisión posterior del SARS-CoV-2. Durante la ola de pandemia inicial, muchos países han adoptado medidas de distanciamiento social, y algunos, como China, las están levantando gradualmente después de lograr un control adecuado de la transmisión. Sin embargo, para mitigar la posibilidad de resurgimiento de la infección, pueden requerirse períodos prolongados o intermitentes de distanciamiento social''.En el informe destacan que ''la dinámica de transmisión pandémica y postpandémica del SARS-CoV-2 dependerá de factores que incluyen el grado de variación estacional en la transmisión, la duración de la inmunidad y el grado de inmunidad cruzada entre el SARS-CoV-2 y otros coronavirus, como así como la intensidad y el momento de las medidas de control''.Dejan espacio para la esperanza en caso de que se descubra una vacuna en el corto plazo o algún avance científico que consiga controlar y reducir los efectos de la pandemia.
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