Edificio de La Casa de la Sirena ubicado en el término municipal de Alfara del Patriarca aunque integrado en el casco de Benifaraig. / SM Un ambicioso proyecto de ocio integrado en la huerta valenciana volverá a dotar de esplendor a La Casa de la Sirena (o Serena) de Alfara del Patriarca. Se trata de un palacete rural de estilo renacentista, declarado Bien de Interés Cultural en el año 2004, que se alza sobre unos amplios jardines pegados a la pedanía de Benifaraig. La otrora villa de recreo señorial, propiedad de una familia de Carpesa, está en la actualidad al borde de la ruina, pero la iniciativa privada permitirá que deje de formar parte de la lista roja del patrimonio que pone la lupa sobre aquellos elementos culturales con riesgo de desaparecer.
El impulsor de este proyecto es el empresario hotelero Santigado Máñez, propietario del hotel del Palacio del Marqués de Caro de la ciudad de València. Su pasión por la arqueología y su atracción por la huerta valenciana hicieron que este arqueólogo, que ya rehabilitó el mencionado hotel del ‘cap i casal’, depositara su mirada en esta villa de l’Horta Nord. “Hace tiempo que tenía la mirada puesta en este edificio de Alfara del Patriarca y cuando surgió la idea de hacer algo vinculado a la huerta me acordé de La Casa de la Serena y pude localizar a sus dueños para mostrarles el proyecto”, cuenta Máñez. El hotelero suscribió un contrato de arrendamiento a largo plazo con los propietarios del edificio y, a partir de ese momento, comenzó a darle forma a su sueño.
Expertos de la Universidad Politécnica de València están siendo los encargados de la elaboración de un informe. “Llevamos dos años trabajando en el proyecto. Es complicado, hay que tener en cuenta muchos aspectos al tratarse de un Bien de Interés Cultural y se está haciendo un informe muy potente”, explica el empresario.
Y es que este edificio es uno de los escasos ejemplos de la construcción palaciega rural del siglo XVI y cualquier proyecto de rehabilitación debe tener en cuenta todos los aspectos que afectan a su valor histórico y patrimonial. Pero no solo el inmueble requiere de especial mimo. Como resalta Máñez, uno de sus principales atractivos es el jardín que tiene “muchas posibilidades”, por lo que serán expertos paisajistas los que se encargarán de esta parte de la propiedad.
Otro de los objetivo esenciales del proyecto será la recuperación de la huerta, algo que se ha encargado a Héctor Molina, agricultor de Vila-real y cabeza visible de El3ments, el proyecto empresarial agrícola que impulsó en 2012 para combatir el abandono de cultivos con la recuperación de las semillas tradicionales. La idea es que los productos cultivados en los huertos que rodean al edificio abastezcan a las cocinas de los establecimientos de restauración.
En concreto, el proyecto, que se presentará estos días en la Conselleria de Cultura, contempla un restaurante típico valenciano, una horchatería y una zona de eventos. Dentro del edificio principal se ubicará un aulario para la creación de una escuela destinada a formar a futuros profesionales de la hostelería; y el salón noble se destinará a actividades de ocio cultural (exposiciones, café-teatro...). Además, según cuenta Máñez, “estamos pensando en poner en funcionamiento un restaurante de cocina histórica con algunas ideas como la recuperación de los fogones tradicionales”.
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