José María Llanos /EPDA
Valencia, tierra de las flores, de la luz y del amor, hoy es una tierra en blanco y negro, sucia y abandonada por la izquierda socialcomunista que desgobierna nuestra ciudad y nuestra comunidad.
Los valencianos no saben si podrán pagar la luz y dar de comer a sus hijos, o apostar por la comida y el vestido, y congelarse este invierno. Nos niegan la soberanía energética, la explotación de nuestros recursos, y nos venden a países que nos castigan con precios elevadísimos. Destruyen nuestra agricultura, ganadería y pesca, y abren la puerta a productos extranjeros, que no cumplen las exigencias fitosanitarias. Llenan nuestras calles de inmigrantes ilegales, con delitos cometidos en sus países de origen, pero ocultan esos datos a la Policía, generando una inseguridad ciudadana de dimensiones graves. Pero para Ximo Puig todo es culpa de Putin, de la guerra y de la emergencia climática.
No es cierto. Es culpa de Ximo Puig y Pedro Sánchez; de quienes ofenden a nuestros aliados, nos sablean a impuestos, incrementan consellerias, asesores y organismos de colocados, subvencionan sindicatos de clase y colaboran con élites que quieren controlar nuestras vidas, conciencias y familias.
Frente a todo esto: sólo VOX. Sólo un partido que ha venido para dar la voz al pueblo, a las personas, a las familias. Una formación política que no vive de subvenciones y se mantiene con las cuotas de sus afiliados. Sólo VOX puede dar la batalla que ningún otro partido se atreve a dar.
Todos están en lo mismo: seguir chupando del dinero de los valencianos, mientras quede algo, repartiéndose escaños de gobierno o de oposición. Sólo VOX da esperanza; sólo VOX puede cambiar las cosas; el dinero de los valencianos tiene que estar en su bolsillo; nuestros jóvenes han de tener garantía de futuro en su tierra; las familias deben poder elegir la educación de sus hijos.
Es muy sencillo: sentido común, frente a ruina y fracaso social; futuro en libertad, regeneración moral, social y económica de la sociedad valenciana, frente a ruina, destrucción social y adoctrinamiento; en definitiva: la alternativa de VOX, frente al “más de lo mismo”, a la oscuridad o a la tibieza. Por eso VOX quiere que España decida, que los ciudadanos puedan colaborar directamente en la decisión de su futuro; VOX quiere dar la voz a los que no tienen voz.
Para ellos, para todos, VOX es la única alternativa.
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