Caudiel ha vivido este fin de semana una celebración muy especial: el centenario de Teresa Torres Silvestre, una de sus vecinas más queridas. Teresa ha cumplido 100 años rodeada del cariño de su familia, amistades y vecinos, que no han querido dejar pasar la ocasión para rendirle un merecido homenaje por una vida marcada por el esfuerzo, la humildad y la generosidad.
Coincidiendo con el dÃa de su cumpleaños, el alcalde de Caudiel y un concejal del Ayuntamiento visitaron a Teresa para felicitarla personalmente y entregarle un centro de flores en nombre de todo el municipio. La familia más cercana también se reunió para celebrar el dÃa junto a ella.
Este domingo, las muestras de cariño han continuado con una pequeña ronda frente a su casa y una merienda compartida entre familiares, amistades y vecinos, en la que no han faltado los recuerdos, las risas y las anécdotas de toda una vida.
Teresa Torres Silvestre nació en el seno de una familia humilde, siendo la única hija mujer entre seis hermanos. Desde muy joven conoció el valor del trabajo: con solo 12 años ya cuidaba niños y trabajaba como criada en varias casas del pueblo, donde siempre fue muy apreciada por su responsabilidad y su carácter afable.
Años más tarde se casó con Antonio, un joven de Ragudo que trabajaba como capataz de la vÃa del tren. Juntos formaron una familia con tres hijos, a los que Teresa dedicó toda su energÃa. Sin embargo, su espÃritu emprendedor la llevó a iniciar una nueva etapa a los 50 años, cuando junto a su marido abrió el Bar El Barrio, un negocio familiar que pronto se convirtió en un punto de encuentro imprescindible en Caudiel.
Ya jubilada y tras enviudar, Teresa continuó ayudando a su hijo pequeño en la gestión del bar, demostrando que la fuerza y la entrega no entienden de edad. Quienes la conocen destacan su carácter amable, su constancia y su capacidad para sobreponerse a los golpes que la vida le ha deparado.
Hoy, a sus 100 años, Teresa conserva intactas sus ganas de vivir y de seguir celebrando cada cumpleaños rodeada de los suyos, con la misma sonrisa que la ha acompañado toda su vida.