El
Ayuntamiento de Montán que preside Sergio Fornas, ha inaugurado hoy con motivo
de la festividad de Ntra. Sra. la Virgen de los Dolores el acondicionamiento
del último tramo del barranco que divide el núcleo urbano de la población.
Con los
trabajos, uno de los lados del cauce del barranco, se ha convertido en un
espacio de paseo y esparcimiento para los vecinos y visitantes.
Entre lo
más destacado y simbólico de la actuación se encuentra la plantación de cuatro
ejemplares arbóreos de la especie Gingko Biloba, con un recordatorio en cerámica
por la pandemia sufrida, uniéndolo al simbolismo de vida y esperanza que
representan estos árboles.
Según
explica el promotor de la iniciativa, Bernardí Palacio y Guardiola, se trata de
un árbol muy especial "ya que el mismo existía en la era de los dinosaurios.
Casi se extinguió y solo en China continuó reproduciéndose donde hay
catalogados ejemplares con más de 2.500 años de existencia. Llega a alcanzar
más de 30 m. de altura, y prácticamente ninguna enfermedad o plaga le afecta".
Palacio
recuerda que "En 1.945 un Ginkgo ubicado en el centro de Hiroshima, desapareció
tras la explosión de la primera bomba atómica, la sorpresa fue verlo renacer de
sus cenizas en la primavera de 1.946, por este motivo y desde entonces, se le
conoce como el árbol que simboliza vida y esperanza".
La
actuación global en el aterrazamiento ha consistido en la limpieza y
explanación del último bancal recayente al barranco. En el bancal se ha
extendido una malla anti hierba y se ha cubierto de grava. En el cauce una vez
desbrozado, se está intentando consolidar unas balsas de agua, así como situar
elementos de protección.
También se
ha colocado una especie de megalito a pequeña escala, con piedras, rocas,
trencadís y la base de la prensa de aceite de la vieja almácera del pueblo,
donde se ha colocado una placa cerámica en recuerdo de todas las personas que
han padecido la pandemia.
Singularmente
se ha destacado el esfuerzo y bien hacer de Toni y Eduardo en el trabajo
realizado, así como la inestimable colaboración e iniciativa de Pepe Granell,
tanto en la primera fuente como en la base para la placa cerámica. También ha
tenido su significación la construcción de una pica adosada al muro, realizada
con viejos ladrillos de adobe provenientes del derribo de la barraca valenciana
que había frente a la piscina.
Numerosos
vecinos han acompañado en el acto a las primeras autoridades locales.