El Servicio de Medicina Digestiva del Hospital General
Universitario de Castellón (HGUCS) ha adquirido un nuevo fibroscan, que cuenta
con la tecnologÃa más avanzada para diagnosticar y someter a un correcto
tratamiento a pacientes que padecen algún tipo de enfermedad hepática,
mejorando su calidad asistencial. De hecho, fue el primer centro sanitario de
España en disponer de él.
Un fibroscan permite evaluar de una forma no invasiva y fiable
el grado de fibrosis hepática de las personas evaluadas, evitando la
realización de una biopsia.
Es una técnica rápida, indolora, que no requiere anestesia
ni hospitalización, que no tiene riesgos y cuyos resultados son inmediatos,
según el especialista en Medicina Digestiva Antonio Palau.
Entre las ventajas de este nuevo aparato se encuentra la de
poder cuantificar el depósito de grasa intrahepática mediante la técnica CAP
(parámetro de atenuación controlada), lo que mejora sensiblemente el diagnóstico
y el manejo de las enfermedades hepáticas por depósito de grasa, que en este
momento están aumentando, según los datos del Servicio.
Por otro lado permite medir, mediante elastografÃa de
transición, la rigidez del bazo, algo que se traduce en poder determinar
adecuadamente el grado de hipertensión portal de las personas evaluadas y
logrará evitar en muchas de ellas la realización de una gastroscopia para la
valoración de varices esofagogástricas.
Además, el personal facultativo especialista que lleva a
cabo estos estudios, encabazado por Antonio Palau, va a poder aumentar la
eficacia y exactitud de las mediciones y localización de bazo e hÃgado, gracias
a una nueva sonda ecográfica.
El sistema también proporciona información sobre la
evolución del paciente, facilitando al especialista la toma de decisiones
clÃnicas. Además, permite elaborar un seguimiento, repitiendo la prueba todas
las veces que sea necesario, previniendo asà la aparición de diversas
complicaciones como la cirrosis hepática.
Once años de diagnóstico hepático
La técnica diagnóstica mediante fibroscan se desarrolla en
el Hospital General Universitari de Castelló desde 2008, cuando fue uno de los
primeros centros sanitarios de la Comunitat Valenciana en llevarla a cabo
mediante la adquisición de un equipo capaz de medir la fibrosis hepática.
Esta técnica ha permitido diagnosticar y someter a un
correcto tratamiento a centenares de pacientes con hepatitis crónica por el
virus de la hepatitis C, B o Delta, o coinfectados por VIH.
También ha sido útil en pacientes con otras enfermedades
hepáticas, como la secundaria al consumo de alcohol, o la que está aumentando
considerablemente en los últimos años conocida como esteatohepatitis no
alcohólica.