Las siete rectoras de las universidades públicas españolas. EFE-Archivo
Asà lo recoge el documento conjunto de conclusiones a su reunión iniciada el pasado lunes en Castellón y que ha sido hecho público este jueves bajo el tÃtulo de la "Declaració de Castelló", una hoja de ruta que permita abordar la reducción los desequilibrios y desigualdades de género.
Las siete firmantes buscan con esta declaración potenciar la igualdad de oportunidades y de trato de mujeres y hombres desde el ámbito de la educación superior, para lo cual se reunieron en la Universitat Jaume I de Castelló (UJI) en una jornada de debate organizada por la Fundación IsonomÃa.
Acudieron a la cumbre las siete mujeres al frente de una de las cincuenta universidades públicas españolas: Mavi Mestre de la Universitat de València; Pilar Aranda, de la Universidad de Granada; Margarita Arboix, de la Universitat Autònoma de Barcelona; Nekane Balluerka, de la Universidad del PaÃs Vasco; Eva Alcón, de la UJI; MarÃa José Figueras, de la Universitat Rovira i Virgili, y Antonia Peña, de la Universidad de Huelva.
Las rectoras pusieron de manifiesto que las universidades presentan una fotografÃa de la equidad de género con rasgos muy similares: segregación laboral horizontal y vertical, áreas de estudio masculinizadas y feminizadas, invisibilización de las mujeres en la ciencia y en la vida académica, infravaloración y resistencias a las polÃticas de igualdad, brechas en la conciliación, sexismo y violencias sexistas.
Consideraron que la igualdad es una herramienta valiosa para avanzar hacia una sociedad más justa y que la lucha contra cualquier discriminación "requiere del compromiso social y las universidades tienen la responsabilidad de liderar estos procesos".
AsÃ, han desglosado una serie de prioridades en la declaración hecha pública ahora, como consolidar la incorporación de la perspectiva de género a los planes de estudio y crear un área de conocimiento especÃfica para los estudios feminista y de género.
También abogan por favorecer, mediante acciones colaborativas y alianzas estratégicas con las etapas educativas previas a la universidad (primaria, secundaria y ciclos formativos), la reducción de la brecha de género actual existente en algunas áreas de estudio.
Entre ellas figuran las denominadas STEM (Ciencia, TecnologÃa, IngenierÃa y Matemáticas), altamente masculinizadas, y las relacionadas con las Ciencias de la Salud o de la Educación, con una presencia mayoritaria de mujeres, por lo que se quiere contribuir también a un equilibrio en su valoración y prestigio social.
También piden generalizar la formación en igualdad a toda la comunidad universitaria e introducir medidas de acción positiva en los planes de investigación para favorecer mayor presencia de mujeres.
Asimismo, instan a modificar la normativa de publicación para que las citaciones y referencias bibliográficas contemplen el nombre completo de la autora o el autor y visibilizar a las mujeres investigadoras y cientÃficas.
Otras medidas pasan por facilitar la conciliación de la vida laboral, familiar y personal, velar por que la normativa contemple los periodos de inactividad que afectan a las mujeres investigadoras (maternidad o cuidados a dependientes), potenciar la corresponsabilidad de los hombres y revisar el uso de los tiempos académicos mediante estudios.
Las siete rectoras piden, además, enfatizar las polÃticas de igualdad, favorecer las Unidades de Igualdad, avanzar hacia presupuestos con perspectivas de género y conseguir cotas de equilibrio y paridad en todas las composiciones organizativas.
En la "Declaració de Castelló" se reclama, por último, potenciar la formación para el empoderamiento, normalizar el lenguaje no sexista e instaurar una polÃtica de tolerancia cero frente a violencias machistas.
