Los agricultores han dicho "basta". Tras la oleada de protestas iniciada en varios países europeos como Francia, Alemania o Bélgica, los profesionales españoles del campo han salido en masa a las calles para mostrar su "hartazgo" ante la gran crisis que sufre el sector. Entre las causas de esta situación, los agricultores apuntan a la competencia desleal de productos cultivados fuera del territorio de la Unión Europea.
Competencia desleal
Así, cerca de 300 personas cortaron el pasado 7 de febrero los accesos al Puerto de Castellón, con el objetivo de protestar contra las "importaciones de terceros países", según rezaban algunas pancartas. El secretario general de la Unió Llauradora, Carles Peris, aseguraba durante la protesta que "el Puerto de Castellón es el que más bonifica las tasas portuarias a la entrada de algunos productos agroalimentarios", en una zona "sensible y esencial" para la citricultura.
En esta línea, la segunda jornada de protestas en el Puerto de Castellón, convocada por las principales asociaciones de agricultores, contó con la presencia del presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rubén Ibáñez, quien mostró su apoyo a los profesionales del campo "frente a la política europea y lo perjudicial que puede ser para el campo valenciano", además de comprometerse a modificar la bonificación para los cítricos que entran en contenedor por el Puerto.
Por su parte, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, denuncia que "Europa es un coladero y es incapaz de pedir reciprocidad en los acuerdos que tenemos con países terceros".
Política "de restricción"
Los agricultores también denuncian unas políticas europeas de "restricciones", que están provocando "el abandono de las tierras europeas". Así lo denuncia Víctor Viciedo, uno de los agricultores participantes en la tractorada del pasado 14 de febrero en Castellón, en el que un centenar de profesionales hicieron entrega de un manifiesto a la delegada del Gobierno, Antonia García. Un documento en el que los agricultores reclaman "que se deroguen las leyes, estrategias, directivas y reglamentos que nacen del Pacto Verde Europeo y son restricciones por un falso medioambientalismo".
En este sentido, el representante de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), Ricardo Bayo, asegura que "es una broma que nos digan que contaminamos y que nos hagan cumplir con normativas medioambientales y laborales, mientras se traen productos que no atienden a ninguna de ellas".
Una situación que está conllevando cada día más perdida de superficie agraria y, por ende, de agricultores.
Menos superficie
El Informe del Sector Agrario Valenciano de 2022 de la Conselleria de Agricultura apunta que la Comunitat Valenciana ha perdido más de 60.000 hectáreas de cultivo en el último año, un 9,4%. Por provincias, Valencia es la que más superficie ha perdido (-11,3%), seguida de Alicante (-10,5%) y Castellón (-3,5%), que cuenta con 4.941 hectáreas menos que hace un año.
Los cultivos mayoritarios de la provincia de Castellón son los frutales (37.600 hectáreas), el olivar (32.173 hectáreas) y los cítricos (32.122 hectáreas); algunos de los peor parados según las últimas cifras. Así, la tierra dedicada al cultivo de frutales es la que más ha disminuido (-4%), seguida de los cereales para grano (-3,4%) y el viñedo (-2,8%).
Por el contrario, también hay cultivos que han visto aumentada su superficie, como es el caso de los cultivos industriales, con un 36,6% más; las flores y plantas ornamentales, con un 18,1% más; y las leguminosas en grano, con un 12% más.
Por comarcas, l'
Alcalatén
es la que más superficie ha perdido en el último año en términos relativos, con 2.872 hectáreas menos (-34%). Todos los tipos de cultivo pierden tierras, pero en especial los cultivos forrajeros (-95%) y los cereales para grano (-73%).
La
Plana Baixa
es la segunda comarca más afectada por la pérdida de tierras de cultivo, con un 7,9% menos que en 2021. En este territorio, en el que predominan los cítricos, es precisamente este tipo de cultivo el que más ha disminuido, con un 3,4% menos de tierras, seguido de las hortalizas, con un 2,4% menos.
Su vecina, la
Plana Alta
, ha perdido hasta 6,1% de sus tierras de cultivo. Destaca la pérdida de un 12,4% de la superficie dedicada a los cereales para grano y de un 5,2% de la detinada a los frutales, el cultivo mayoritario de la comarca, con un total de 12.693 hectáreas.
El
Alto Palancia
ocupa el cuarto puesto en el ranking, con un 4,7% menos de superficie. En estas tierras, donde predominan los frutales con un total de 7.606 hectáreas y los olivares, con 5.580, ha sido precisamente el cultivo principal el que más superficie ha perdido en el último año, con un 4,1% menos de tierras de frutales, seguido de los cítricos, con un 3,1% menos.
La comarca del
Baix Maestrat
destina la mayor parte de su superfie al cultivo de olivar, con un total de 16.748 hectáreas, y los cítricos (9.300 hectáreas), aunque los cultivos que más tierras han perdido han sido los cereales para grano (-9,5%) y los viñedos (-4,9%).
Al contrario que en las anteriores comarcas, en el
Alto Mijares
la superficie destinada al cultivo ha crecido un 0,4%, gracias especialmente al aumento de cultivos forrajeros (+13%) y leñosos (8.4%). Sin embargo, los cereales para grano han perdido un 9% de superficie, mientras que los frutales, el cultivo mayoritario, han perdido un 3,8%.
L'
Alt Maestrat
ha logrado mantener la superficie de la mayoría de sus cultivos o incluso aumentarla. En esta línea, destaca el incermento de hasta un 500% de las tierras destinadas a las leguminosas en grano o de un 72,8% de los cultivos leñosos. Aun así, el cultivo mayoritario de la zona siguen siendo los frutales, con 6.084 hectáreas.
La comarca de
Els Ports
, donde predomina el cultivo de cereales con 2.651 hectáreas, es la que más ha incrementado su superficie de cultivo en el último año, con 1.389 hectáreas más (+25,8%), gracias al incremento de los cultivos forrajeros (+32,3%) y leñosos (+31,2%), aunque ha perdido un 1,4% de la superficie de cultivo de frutales.