Imagen del evento. EPDAMontán vivió una de sus noches más especiales con la celebración de la tradicional Noche de Farolillos, un evento que reunió a vecinos y visitantes en torno a la creatividad, la cultura y la memoria colectiva. Desde el Ayuntamiento se ha agradecido la participación y el entusiasmo de todos los asistentes, que hicieron posible una experiencia única.
La jornada comenzó con un taller participativo, donde los asistentes elaboraron farolillos artesanales utilizando melones o sandías, cuerda y velas. El ambiente familiar y colaborativo convirtió la actividad en una experiencia tan creativa como emotiva. Posteriormente, los farolillos fueron expuestos al público, que pudo votar por sus favoritos.
Con la caída del sol y los farolillos encendidos, dio inicio un recorrido nocturno que atravesó algunos de los rincones más representativos de Montán: desde Las Heras, pasando por el Barrio Alto y cruzando las calles del centro histórico. La imagen del pueblo iluminado por la tenue luz de las velas, acompañada del murmullo de los participantes, generó una atmósfera mágica que emocionó tanto a locales como a visitantes.
Durante el trayecto también se recuperó la tradición de los bandos, proclamados desde distintos puntos del recorrido, tanto habituales como nuevos, en un guiño a las costumbres más arraigadas del municipio.
Desde el Ayuntamiento se ha querido destacar y agradecer el trabajo de la Comisión de Fiestas, así como la implicación de todos los vecinos. "Un pueblo está vivo cuando su gente participa, y anoche Montán brilló con luz propia", concluyen desde la organización.
