Lola Navarrete presenta su novelaHoy
ha comenzado la promoción en redes sociales de una novela que está llamada a
levantar el interés de muchas personas, principalmente de la Comunidad
Valenciana y también de fuera de ella, pero principalmente de aquí, por su
ambientación, por su temática y también porque su autora, la segorbina
Lola Navarrete es una persona que disfruta escribiendo y que dedica tiempo a
hacerlo bien.
La
novela, titulada “El fin de las crisálidas” se presentará oficialmente en el
Teatro Serrano de Segorbe el próximo día 17 de diciembre, pero a más de un mes
vista de aquel momento, es tanta la expectación que está levantando que no nos
resistimos a reproducir unas declaraciones que autoretratan la personalidad de
su autora:
Siempre me gustó
escribir, mi profesora de primaria me llamaba Rosalía, por la intención lírica
que ponía al redactar, pero siempre he escrito más con un lápiz de cristal en
mi pensamiento que tinta sobre papel, para mi, para mis adentros y mis sueños,
aunque jugando a conseguirlos también gané algún premio con alguno de mis
textos cuando me arriesgué a hacerlos realidad. Y así en el anonimato de quien
no merodea las redes de escritores he resuelto una de mis pasiones. Hasta
ahora.
Hace ya 3 años que, en
medio de la pandemia, decidí abrir mi muro y escribir para todo aquel que
buscase algo de luz o esperanza en medio de tanta sombra y de tristeza. No lo
pensé. Lo hice en un momento de desesperación por llegar a mis pacientes, o a cualquiera,
cuando informar era alguna de las pocas cosas que podía hacer. Por teléfono, en
la consulta, tranquilizando a los afectados o aquí, intentando repartir algo de
sosiego.
No soy solo así, la
que leéis, como todo ser humano tengo mis aristas, pero siento que escribir es
sellar y transcender, y por ello siempre tuve claro que el único modo de llegar
y ayudar al mayor número posible de personas era hacerlo del modo mas sincero y
sensato posible, buscando el equilibrio. Y en ese juego, me encontré. Os encontré.
Y fue más fácil de lo que lo fue nunca. Un regalo, porque nunca imaginé que
pudiese recibir mucho más de lo que podía dar.
No solo me cuidasteis
intentando evitar consultas innecesarias o escuchando, cosiendo mascarillas o
facilitando pantallas de acetato, también lo hicisteis agradeciendo cada
información o reflexión, apreciando mis relatos y animándome a seguir. Hasta la
congoja. Hasta hacerme pensar que hacerlo podía ser un deber o una deuda
pendiente con el mundo y conmigo misma.
Me apasiona la
indumentaria y nuestras tradiciones, me atrapan, con emociones que desconozco
por qué guardo en algún rincón de mí. Y tenía escrita una novela que no ganó el
Premio Planeta, al que me presenté porque mi única lectora, Sacri, casi me
obligó a hacerlo. Y decidí sacarla del cajón donde acumulaba polvo y darle
luz... Siempre fui consciente de haberlo decidido gracias a vosotros, porque
cada uno de vuestros comentarios debilitaron mis temores e inseguridades y mi
pudor por mostrar emociones, que uno cree que siempre son muy de uno y de nadie
más.
Y aquí estoy, mas
inquieta que nunca por la aventura. Mas yo también, porque siento que muestro
lo que realmente soy cuando no soy yo. Arropada por una decena de talentos con
los que convivimos en esta tierra cada día y que, como en mi novela, se han
volcado "al tornallón" a hacer realidad el sueño de uno de los suyos.
Porque de eso se trata, de lo que ganamos cuando arrimamos el hombro por los
otros y de entender lo que de verdad importa. A todos, gracias mil.
El próximo 17 de
diciembre espero que me acompañéis como responsables que sois de mi
atrevimiento, en el Teatro Serrano, donde mi querido Toni Berbís ha aceptado el
reto de ayudarme a presentaros la novela. Porque quiero compartir ese momento y
agradecer, a cada uno de vosotros, haberme empujado hasta aquí, sin saber que
me hacíais el mejor de los regalos. Y espero que tengáis paciencia y no
compréis el libro hasta que lo ponga a la venta en Segorbe el 1 de diciembre,
para que todo fluya como debe ser y la espera forme parte de esa magia con la
que espero conquistaros una vez más.
El fin de las
crisálidas es el fin de una época en la que los morerales se extendían por toda
la península para alimentar a millones de gusanos de seda que crecían entre la
gloria y las andanas. Es la seda y la belleza, nuestra historia y nuestra razón
de ser y de sentir.
Y espero que desde hoy
sea, vuestra próxima aventura literaria.
A todos gracias, por
todo. Espero que lo disfrutéis”.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia