El municipio de Culla se convierte este fin de semana en el escenario de un viaje al pasado hasta el medievo gracias a 120 recreadores que llenan su casco antiguo de batallas, ataques y de la esencia de la vida del siglo XIII. EFE/ Andreu Esteban
El municipio de Culla, en el Alt Maestrat (Castellón), se convierte este fin de semana en el escenario de un viaje al pasado hasta el medievo gracias a 120 recreadores que llenan su casco antiguo de batallas, ataques y de la esencia de la vida del siglo XIII, como la batalla entre Jaume I y los habitantes de Burriana.
Así lo explica a EFE Iván Sancho, secretario de la asociación Militia Christi del Maestrazgo, asentada en la misma población de Culla y que lleva ya cinco ediciones creando, desde el rigor, un escenario medieval en el corazón de este municipio que pertenece al club de los Pueblos más bonitos de España.
"En Culla no ves un cable, sus calles del casco antiguo están todas empedradas y bien cuidadas", indica Sancho, quien asegura que por todo ello se trata de un "escenario auténtico y perfecto" para esta recreación.
Con el patrocinio del consistorio, la asociación Militia Christi, que lleva desde 2016 llevando a cabo recreaciones por toda España, "Culla 1233" se ha convertido en un reclamo turístico que llena el municipio de público de todo tipo durante el fin de semana.
Batalla campal
Sancho explica que uno de los actos más espectaculares del fin de semana es la "batalla campal" que se recrea en la calle Sant Roc, donde se escenifica el enfrentamiento de las huestes del rey Jaume I y los habitantes de Burriana. Un acto para el que se movilizan todos los recreadores.
Se puede ver al ejército musulmán enfrentándose al cristiano. Primero ambos bandos entablan un "rifirrafe d de palabras", pero, al no llegar a un entendimiento "entran en combate cuerpo a cuerpo tal y como se hacía en el siglo XIII y vestidos tanto de ropa militar como de calle".
Los recreadores llevan trajes que pesan hasta 25 kilos, con una cota de malla, perpunte de Aragón, yelmo, cofia, escudo, espada... Es una copia exacta de cómo iban vestidos esos soldados con la única diferencia de que las armas "son romas, ni cortan ni pinchan".
Iván Sancho, historiador de profesión, indica que hay que tener en cuenta que en aquella época los soldados musulmanes iban en muchos casos vestidos muy parecidos a los cristianos, aunque algunos llevan armaduras de cuero en lugar de metálicas.
Además, la vistosidad del espectáculo viene aderezada con la presencia de caballos, como los dos ejemplares de Sancho que participan, además de otros de los vecinos de Culla, altamente implicados en esta recreación.
Campamento medieval
Otras actividades son la recreación de la vida en un campamento medieval, de una venta de esclavos, de un ataque sorpresa al campamento por las tropas sarracenas o del acogimiento al novicio en la casa templaria.
El domingo se realizarán visitas guiadas al campamento medieval donde se podrán observar diferentes actividades de la vida cotidiana del siglo XIII; se podrá ser testigo de una disputa entre la orden del Temple y Blasco de Alagón por la posesión de la villa de Culla ante el Rey y el cierre del campamento, ya por la tarde.
Iván Sancho explica que en estas jornadas participan recreadores de toda España y Francia para recrear con "absoluto rigor" la vida de esa época.
Un punto crucial es la fidelidad con la que se recrea la vestimenta y las "horas y horas de documentación, investigación y ensayo y error", apunta el historiador.
Para la confección de los trajes se buscan los patrones en museos o libros, como las "Cántigas de Santa María" del reinado de Alfonso X el Sabio, o las pinturas del castillo de Alcañiz (Teruel).
Se encargan a modistas con los patrones que ellos mismos confeccionan, y también se acude a tiendas europeas especializadas que se dedican a la recreación, como en Polonia, donde existe una empresa dedicada al tejido histórico.
Todo está cuidado al milímetro para vestir el casco histórico, declarado Bien de Interés Cultural en 2014 y considerado uno de los mejor conservados del arco mediterráneo, y para este acontecimiento cuyo objetivo principal, según la concejala de Cultura, Laura Moliner, "es preservar y difundir la cultura de Culla".
Moliner afirma que esta recreación, que ya se ha "convertido en todo un referente a nivel nacional, también tiene un impacto económico muy positivo, ya que refuerza la propuesta turística y promueve el comercio local".
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