Habitación en penumbra. EPDA Un Jurado Popular juzga a un hombre acusado de acosar,
coaccionar y entrar sin permiso en casa de su expareja sentimental.
El procesado y la víctima habían iniciado una relación a
principios de 2018 y comenzaron a convivir juntos en el domicilio de ella.
La Fiscalía mantiene que, tras la ruptura definitiva de la
pareja, un año después, el hombre se negó a devolver las llaves y entró en dos
ocasiones a la vivienda, sin el permiso de la víctima.
En el primer allanamiento de morada, la mujer no estaba en
casa y el encausado se llevó unas zapatillas.
En la segunda ocasión entró al domicilio de esta el 7 de
marzo de 2019 y el acusado despertó a su expareja y se colocó encima de ella
con la intención de obligarla a hablar sobre la relación sentimental.
El Ministerio Público relata que, desde el inicio, la
relación sentimental experimento diversas rupturas, durante las cuales el
procesado acudía al trabajo o al domicilio de la víctima, donde la vigilaba y
la esperaba, le remitía mensajes vejatorios a través de whatsapp y la insultaba
por la calle.
Por este motivo, la mujer tuvo que cambiar su vida cotidiana
para evitar a su expareja que estaba obsesionado con ella.
La Fiscalía pide para el hombre una pena de prisión de siete
3 años y nueve meses por dos delitos de allanamiento de morada, un delito de
acoso, otro de coacciones y un delito de maltrato en el ámbito de la violencia
de género.
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