La consellera de Interior, Gabriela Bravo, comparece ante la Diputación Permanente de Les Corts Valencianes. /EFE La consellera de Interior, Gabriela Bravo, ha asegurado que se actuó "con eficacia y profesionalidad" para hacer frente al incendio declarado a finales de marzo en Villanueva de Viver (Castellón), un fuego "muy complejo" que calcinó 4.723 hectáreas pero que pudo haber llegado hasta las 50.000.
Bravo ha comparecido en la Diputación Permanente de Les Corts Valencianes para informar sobre este incendio forestal, en el que, según ha destacado, concurrieron tres factores que complicaron su extinción: unas condiciones meteorológicas anómalas, una orografía inexpugnable y el abandono agrícola provocado por la despoblación.
"Si no hubiera sido por la enorme cantidad de recursos destinados, la coordinación entre administraciones y la pericia, diligencia y táctica de los profesionales que actuaron en la extinción, este incendio hubiera tenido un potencial de afección de 50.000 hectáreas", ha advertido Bravo.
Tras agradecer el trabajo de los profesionales de extinción, la "lealtad institucional" de los municipios afectados y el ejemplo dado por los vecinos y vecinas desalojados, ha afirmado que la magnitud de este incendio en marzo "es otra prueba más de que el cambio climático ya es el mayor desafío de nuestro tiempo".
En este sentido, la consellera ha pedido huir "de la tentación de caer en la politización oportunista de un debate necesario", especialmente en época electoral, pero sin huir de la responsabilidad que tienen como representantes públicos de aportar soluciones a estos nuevos desafíos.
Desde la oposición, PP, Ciudadanos y Vox han reprochado a la titular de Interior que se escude en el cambio climático para no asumir responsabilidades por su mala gestión, y han preguntado qué se ha hecho desde el Consell para hacer frente a estas nuevas emergencias.
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