Algarrobos plantados junto a las palmerasPoco se habla ya del picudo
rojo pero no quiere decir que haya decaído en su actividad destructora sobre
las palmeras que constituyen su principal alimento y hábitat hasta provocar su
muerte.
Así está pasando con el
palmeral que rodea el manantial de la Esperanza del que se nutren los
municipios de Altura, Navajas y Segorbe, bien para el consumo humano, bien para
el riego. El escarabajo ha encontrado en él, el lugar idóneo para su
subsistencia ya que a pesar de los esfuerzos para controlar su presencia, la proximidad
del nacimiento del agua limita extraordinariamente el uso de productos
sanitarios que dada su composición química podrían perjudicar la calidad e
incluso la salubridad del agua.
A pesar de ello, según
comentaba el concejal de Parques y Jardines de Segorbe, Pepe Muñoz, se están
estudiando productos que no resulten agresivos para el acuífero aunque “el
dichoso picudo está haciendo lo que quiere”.
El mencionado palmeral no sólo
tiene un valor medioambiental y paisajístico, sino también testimonial ya que
poco antes de llegar la democracia junto al manantial sólo existía una palmera
que murió y el primer ayuntamiento elegido democráticamente plantó 202 palmeras
cubrir todo el espacio cercado del manantial.
Ya no quedan tantas. Muñoz
señalaba que en los últimos meses se han tenido que cortar diez palmeras,
muertas o muy afectadas por el picudo rojo, cuyos troncos han sido enterrados para evitar la propagación del insecto.
Y las previsiones no son nada
optimistas. El concejal señala que ya se han plantado en el entorno del
manantial 130 algarrobos en previsión de que finalmente las palmeras puedan
desaparecer. El algarrobo es una especie muy característica del sur de la
comarca del Palancia, muy resistente y condicionada a terrenos con una altitud
inferior a 500 m. y a menos de 40 km de la costa.
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