Lleno en el salón del artesonado del Casino Entre los participantes que hablaron sobre el proyecto que se
pretende instalar en el término municipal de Segorbe estuvieron la portavoz de
la Plataforma contra la fotovoltaica Calderona, Amparo Gómez; la diputada
autonómica de Compromís, Graciela Ferrer; el diputado provincial de Castellón
de Compromís, Ignasi García; el presidente del Club Deportivo de Caza La Diana
de Segorbe, José Romero; y el presidente de la Federación de caza de Castellón,
Juan José Ferrer.
Cabe recordar que el proyecto está a solo un paso de ejecutarse si
se aprueba el informe ambiental actual, en el que no se nombra al olivo
milenario “La Morruda”, ni a los propietarios y residentes de los campos en los
que se pretende instalar, ni el pozo de la Coscollosa, de riegos y
abastecimiento de agua.
A este respecto, el presidente la Federación, Ferrer, denunció la
falta de permisividad con realizar pequeños cambios de propietario para
cultivos, en contraste con la permisividad con una empresa que pretende
instalar una macroplanta con las consecuencias que esto pueden tener en el
terreno. Así pues, se trató la problemática del impacto al eliminar la
vegetación, con posibilidad de inundaciones al no absorber las raíces el agua.
Por su parte, el diputado García defendió la transición ecológica
en beneficio de los ciudadanos, sin daños derivados de esas acciones, poniendo
en valor el uso de tejados y comunidades energéticas. También la diputada
Graciela Ferrer defendió un modelo en el que el autoconsumo sea posible,
“evitando que solo las rentas altas puedan permitirse la instalación de placas
solares”. En su caso, la política propuso la alternativa de usar terrenos ya
degradados, sin decidir sobre un paisaje de gran valor atendiendo a criterios
de conveniencia.
Destacable es el veredicto de la Conselleria de Agricultura,
Desarrollo rural y Transición Ecológica, que ha emitido un informe desfavorable
ante el proyecto. El apoyo a las renovables se mostró claro por parte de todos
los asistentes, pero no de forma desordenada, sin tener en cuenta a las
personas ni garantizar el derecho a la energía.
Por último, el presidente del club segorbino, Romero, mostró su
inquietud sobre el destino de esa energía, denunciando el uso de nuestros
pueblos como el ‘desagüe’ de las necesidades de lugares urbanos. Afirmó que son
muchas las dudas, como qué pasará con los propietarios, si tendrían que vender
o ser expropiados. También rechazó la supresión de comunidades energéticas en
favor de las grandes eléctricas.
Por su parte, el Ayuntamiento no ha prestado interés en escuchar
estas valoraciones. A la derecha no le importan las 574 hectáreas que pretenden
ser transformadas en nuestro parque natural de la Serra Calderona, con el
impacto para el paisaje, para actividades como la caza, agricultura y ganadería
que esto va a suponer. Pero todavía está a tiempo de retroceder y escuchar las
voces que usan la razón, que como se ha demostrado esta semana, son muchas más
de las que la alcaldesa de Segorbe pensaba.
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