Visita al manantial de la EsperenzaCientos de personas han participado hoy en los actos
celebrados con motivo de la festividad de Ntra. Sra. de la Esperanza, patrona
histórica de Segorbe que remonta su conmemoración desde época medieval.
A la romería se han sumado algunos coches tirados
por caballos, jinetes con sus monturas y numerosos caminantes que recorrieron
los dos kilómetros que separan la ermita de la ciudad de Segorbe. El acto ha sido
multitudinario como todos los que se están celebrando en esta edición de las
fiestas, tal vez en compensación por los dos años que tuvieron que suspenderse
por la situación epidemiológica.
La jornada comenzó con la ofrenda de flores a la
virgen de la Esperanza en el retablo cerámico existente en la plaza del Almudín
con la participación de numerosas entidades, asociaciones y representantes
municipales.
También se distribuyó gratuitamente, por parte de
las reinas de las cortes de las fiestas, el obsequio municipal consistente en
una pulserilla conmemorativa y un ping. Todo ello después de que los
interesados guardaran interminables colas a las puertas del ayuntamiento.
Ya en la ermita, y al final de la misa, presidida
por el obispo Casimiro López, se repartieron entre los romeros las típicas
estampitas con la imagen de la Esperanza, con el patrocinio del Sindicato de
Riegos de Segorbe, principal promotor de esta fiesta desde muy antiguo.
No faltó la habitual visita al manantial que
suministra de agua potable y de riego las poblaciones de Altura, Navajas y
Segorbe. El prelado se dirigió al manantial de la Esperanza para bendecir las
aguas. Tampoco faltó la paella gigante para todos los que quisieron.
Para culminar la festividad, la imagen de la patrona
de Segorbe, recorrió en procesión las calles del casco antiguo de la ciudad.
Es este conjunto
de festejos los que sirvieron de base para la declaración de las fiestas
patronales de Segorbe como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Se trata de
unas fiestas documentadas ya en el siglo XV y que de alguna forma representan
la esencia de las actuales ya que en torno a ellas se desarrollaban las
tradicionales carreras de cintas, y los toros, además de otros actos como la
bendición de las aguas, hoy recuperado.
El obispo bendice la paella gigante
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