Convento de San Francisco de Valencia donde Camilo vistió el hábito por primera vez. Maqueta realizada según el plano de 1704 del arquitecto valenciano Tomás Vicente Tosca. MUVIM Carmelo
Bolta Bañuls (Real
de Gandía, 29-may-1803, Damasco, 9-jul-1860) vistió el hábito a los 21 años de
edad, en el convento de San Francisco de Valencia y profesó en 1825. Hechos sus
estudios en el convento de la
Corona de Valencia y en el de Játiva, fue ordenado de
sacerdote en 1829, y enviado al convento de San Blas de Segorbe con el cargo de
predicador conventual. Allí estuvo de morador hasta mayo de 1831, ejercitándose
con éxito creciente en la predicación entre fieles.
Obtenida
la licencia de sus superiores para pasar a las Misiones de Tierra Santa, embarcó
en en el mismo año, para la
Santa Custodia. Después de visitar los principales
Santuarios, en 1838 fue nombrado presidente del hospicio de Jaffa, cargo al que
renunció a los pocos meses, porque el clima de esta población no era
beneficioso para su salud, reintegrándose a Jerusalén.
Joven,
profundamente instruido, activo, simpático de carácter y afable en sus modales,
cultivó a la perfección las lenguas orientales, llegando a predicar con soltura
en árabe y en griego, por lo que el Gobierno Turco le ofreció una cátedra de
árabe en sus centros de enseñanza con un sueldo de una onza diaria,
ofrecimiento que el beato no quiso aceptar por no desviarse de su misión de
salvar almas.
Finalmente,
después de haber estado diez años en Jerusalén, dedicado a la enseñanza de los
Religiosos que se preparaban al sacerdocio, y de haber desempeñado por dos
veces el oficio de superior de Damasco (1843-45 y 1851-58), así como el de
párroco de los católicos de San Juan in Montana desde 1845 a 1851, en 1858 fue
nombrado párroco de los católicos de Damasco y profesor de árabe para los
jóvenes sacerdotes y para las escuelas que sostenía la Misión católica, frecuentadas
diariamente por más de 400 alumnos, y en el desempeño de esa misión murió
martirizado.
Introducida
la causa de su beatificación (17-dic-1885) y expedido el decreto afirmando que
constaba la fama de santidad del Venerable (13-mar-1924) y de sus compañeros de
martirio, la Santa Sede
reconoció su martirio (2-may-1926), y el Papa Pío XI decretó (22-may-1926) que
podía procederse a su beatificación, la que fijó para el 10 de octubre de aquel
año a fin de que coincidiese esta solemnidad con las fiestas del VII Centenario
de la muerte de San Francisco de Asís.
Persecución a los
Cristianos
En la Siria de 1860 se
produjo la conocida como "matanza de cristianos" por drusos
musulmanes. Por entonces había un monasterio franciscano en la ciudad de
Damasco en el cual residían los valencianos Francisco Pinazo Peñalver
(Alpuente, 1802) y Carmelo Bolta (Real de Gandia, 1803), junto al resto de franciscanas
del grupo. Se refugiaron en su monasterio junto a cristianos perseguidos y no
los abandonaron pese a no ser un lugar seguros y ser amenazados con la muerte
si no se convertían al Islam.
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