Se consideran excesivas las talasLa
Asociación ARBA (para la Recuperación de los Bosques Autóctonos) y diferentes
colectivos del Alto Palancia han elaborado un escrito de alegaciones para
frenar el proyecto de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural,
Emergencia Climática y Transición Ecológica (regulado en el pliego de 20 de
enero de 2023, DOGV n9519/25.01.2023), que pretende el aprovechamiento forestal
de la madera quemada a la zona de Bejís (después del incendio de agosto de
2022).
Las
asociaciones en defensa del medio ambiente signatarias de las alegaciones,
conocedoras del interés paisajístico y ecológico de la zona afectada por el
incendio, exigen la paralización inmediata de las talas excesivas previstas,
además de la aplicación de procedimientos mecánicos nocivos.
Las
alegaciones demuestran la inconveniencia del proyecto, así como el incumplimiento
de la legislación vigente en cuestiones como la extracción de madera en
pendientes que superan el 50% en la Umbría de Escabia (El Toro), cosa que está
prohibida a partir del 15%, por la erosión y la desprotección de estos terrenos
ante el arrastre por lluvias fuertes o torrenciales.
Además,
la tala y la extracción de la madera quemada afectarían negativamente en el
hábitat de aves silvestres como el Buitre leonado y el Águila real, porque pondría
en peligro la nidificación y la reproducción. Estamos hablando de especies
vulnerables protegidas por la Directiva 2009/147/ CE del Parlamento Europeo.
Así
mismo, la intervención de maquinaria pesada es altamente desfavorable a la
regeneración del ecosistema para la flora (rebrote y floración): diferentes
informes desaconsejan retirar la madera quemada después de los incendios y la
reforestación inmediata, puesto que puede ser contraproducente para la
recuperación de la biodiversidad. Hay que tener en cuenta que los árboles
perjudicados por las llamas cumplen funciones claves para la regeneración, en
cuanto que frenan la erosión, liberan nutrientes, suministran semillas y
proporcionan refugio y alimento a numerosas especies. Se ha comprobado que la
maquinaria de extracción puede destruir hasta el 80% de los plantones de pino
nacidos de forma natural.
Por
último, es inadmisible que la administración no haya realizado ningún estudio
previo (según las recomendaciones técnicas básicas) que pueda identificar las
zonas más vulnerables susceptibles de erosión y el impacto de la tala y de la
extracción, y poder valorar cualquier tipo de actuación que no perjudique la
correcta recuperación y cuando sería conveniente realizarla.
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