Agentes mediambientales llevaron a cabo esta pasada
semana el levantamiento del cadáver de un macho
reproductor de águila perdicera en la Sierra de Espadán.
Su muerte ha supuesto el abandono de la puesta
por parte de la hembra, ya que la pareja se hallaba en pleno proceso de
incubación.
El cadáver fue encontrado debajo de un tendido
eléctrico con signos de electrocución.
Este ejemplar, equipado con gps, estaba siendo
objeto de seguimiento por la Universidad de Valencia.
Los agentes han señalado que resulta alarmante
la cantidad de rapaces que se recogen electrocutadas.
Al parecer se están llevando a cabo
actuaciones para evitar estos accidentes como es enfundar los cables próximos a
la torre, pero también dicen que aun queda mucho por hacer.
Entre las
grandes águilas, la perdicera o fasciata es la máságil-lo que le
permite cazar un gran número de aves de tamaño medio- y también la de
coloración más pálida. Está muy asociada a ambientesmediterráneos, y por
eso sus poblaciones más importantes se encuentran acantonadas en Extremadura,
en las sierras del Levante y en la región oriental andaluza.