Vallat cuenta ahora con 54 habitantesAsí lo establece el proyecto de Ley Integral de Medidas contra el Despoblamiento en la Comunidad
Valenciana que la consellera de
Justicia, Interior y Administración Pública, Gabriela Bravo ha defendido en el pleno de las Cortes Valencianas.
Para ello, se
destinarán medidas económicas,
sanitarias, sociales, educativas y culturales específicas para revitalizar
las zonas de interior.
La consellera ha
recordado que una cuarta parte de las localidades de la Comunidad Valenciana
pierden población de manera continua desde hace décadas. El 40 % de nuestros
pueblos tiene menos de 1.000 habitantes y de los 542 municipios de las tres
provincias, 172 muestran un índice de envejecimiento superior al 250 %, lo que
quiere decir que hay 25 personas mayores de 64 años por cada 10 menores de 16.
El problema es grave
en las comarcas del Palancia y Mijares donde 2 de cada 3 municipios tiene menos
de 300 habitantes y por lo tanto en riesgo de despoblamiento. Y se agudiza
todavía más en el caso de la comarca del Mijares en la que 20 de sus 22
municipios (Montán y Montanejos son la excepción) se encuentra en dicha
situación, mientras que en el Palancia son 14 de los municipios con menos de
300 habitantes (Algimia de Almonacid, Almedíjar, Barracas, Benafer, Gaibiel,
Higueras, Matet, Pavías, Pina de Montalgrao, Sacañet, Teresa, Torás, El Toro y
Vall de Almonacid) de los 27 que la
configuran.
El despoblamiento,
según la consellera “se ha convertido, en un problema estructural que afecta a
una parte sustancial de la Comunitat Valenciana y que reclama una acción
integral, multisectorial y estable por parte de los poderes públicos tal y como
recoge este proyecto de ley”.
En este sentido, la
consellera ha asegurado que el Consell ya ha llevado a cabo iniciativas como la
instalación de 141 cajeros automáticos en 130 poblaciones que carecían de ellos
o la puesta en valor de los recursos culturales y naturales de los municipios
más pequeños a través de la Ruta 99 o las líneas de crédito, fiscalidad
diferenciada o los incentivos para el transporte a demanda.
“La experiencia
acumulada con estas iniciativas-ha dicho la consellera- es este proyecto de ley
que culmina un proceso iniciado la pasada legislatura y que se ha traducido en
una norma de 42 artículos y 4 títulos”.
En concreto, el Título
III del proyecto de ley recoge las medidas que tienen por objeto la cohesión
social, económica y territorial ante el despoblamiento entre las que destacan,
en el ámbito sanitario se atenderán las particularidades de los municipios
afectados en el acceso a los servicios de emergencias y urgencias sanitarias y
se mantendrá la atención presencial, al tiempo que se promoverá la
telemedicina.
En materia educativa,
se impulsará especialmente la estabilización de las plantillas docentes en la
escuela rural y se incentivará la ocupación de plazas de difícil cobertura.
Asimismo, se promoverán servicios itinerantes de actividades extraescolares.
Respecto a los
servicios sociales, se procurará que los destinados a personas dependientes
estén ubicados a un máximo de 20 kilómetros del entorno vital y se favorecerá
atención en el domicilio y en el entorno social próximo. Además, se dispondrá
de forma preferente la teleasistencia avanzada a personas mayores que vivan
solas o en domicilios aislados.
También se establece
en la nueva ley que los Juzgados de Paz se transformarán en oficias judiciales
tecnológicamente avanzadas y se apuesta por los servicios de orientación
jurídica de proximidad.
En materia cultural,
se plantean medidas contra el aislamiento e instrumentos innovadores como los
bancos de memoria o de recuerdos, para dar valor y conservar el conocimiento y
la experiencia acumulada por las personas mayores.
Además, el Título III
condensa las medidas dirigidas a la reactivación, la diversificación
socioeconómica y la promoción de empleo, con un especial énfasis en el sector
agroalimentario, el turismo, la innovación, las energías renovables o la
gestión forestal sostenible. “No estamos ante un problema menor, sino ante un
reto colosal que nos exige mirada larga, consenso y determinación por parte de
todas las fuerzas políticas para corregir un proceso histórico cuyos efectos
son ya alarmantes, pero que no tienen por qué ser irreversibles si actuamos
ahora y actuamos juntos”, ha concluido Gabriela Bravo.
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